El galés Ryan Giggs está siendo juzgado por violencia doméstica en un tribunal de Manchester, y el miércoles afirmó que “perdió el equilibrio” cuando le dio un cabezazo a su ex novia Kate Greville.
Durante su juicio, Giggs (48 años) rompió a llorar al describir la noche que pasó en la cárcel tras su detención el 1 de noviembre de 2020 como “la peor experiencia de su vida”.
“Tenía miedo. Nunca me había pasado antes, estaba muy asustado” – Ryan Giggs, ex futbolista del Manchester United.
Giggs dijo que el incidente, que ocurrió en su casa de Manchester, comenzó cuando él y su entonces novia Kate Greville se pelearon por un teléfono móvil, informa AFP.
Su relación, marcada por frecuentes rupturas, se deterioró entonces, pero el ex seleccionador de Gales, que admitió que nunca había sido fiel a sus novias, creía que seguían siendo pareja.
Durante la pelea, “perdimos completamente el equilibrio porque nos resbalamos con las bolsas de la compra” en la cocina, explicó. Tras esa caída en la que “nuestras cabezas chocaron”, “vi que me dolía”, añadió Giggs, interrogado el miércoles por los fiscales.
La hermana de Kate Greville, que estaba en el lugar de los hechos, llamó a la policía, acusando al ex futbolista de haberle dado un codazo en la mandíbula.
Giggs, que se ha declarado inocente, dijo que no golpeó intencionadamente a Emma Greville.
El martes, aseguró que nunca había ejercido violencia contra las mujeres. Preguntado el miércoles por el representante de la acusación, Peter Wright, sobre su tendencia a “hacer cosas, cuando estás enfadado, de las que luego te arrepientes”, el ex atleta respondió “sí”.
Giggs también deberá responder por el delito de control de su pareja durante su relación, que comenzó en 2017. Si se le declara culpable de los cargos que se le imputan, se enfrenta a hasta cinco años de prisión, informa News.co.uk.