Los héroes de los 70 de Joe Mercer bailaron un vals en Viena cuando levantaron la Recopa… Los hombres de Pep Guardiola pueden inspirarse en aquella famosa noche para conquistar Europa una vez más.
Nathan Ake es capaz de aguantar sentado al piano y se le conoce por alguna que otra actuación de vuelta a la base en viajes europeos con Manchester City.
Ake se aficionó a dominar una nueva habilidad durante la primera bloqueo cuando el fútbol se detiene y tiene un oído impresionante. Lo que probablemente no sepa el holandés es que hay cierta historia de espectáculo musical cuando se trata del City en el extranjero.
Hace 53 años, por estas fechas, las escenas en un hotel de Viena no eran tan elegantes. Francis Lee se subió a un piano, tocado por el cazatalentos Harry Godwin, y cantó a un jubiloso grupo de viajeros vistiendo sólo sus calzoncillos.
Esa misma noche, el City había levantado la Copa de Campeones de Copa al derrotar al Gornik Zabrze polaco en unas condiciones pésimas. El comentarista Barry Davies relató que “chapoteaban en los charcos”, ya que el Praterstadion parecía una ciénaga. Los espectadores están muy mojados, no hay ningún tipo de cobertura en este estadio”, comentó Davies mientras el Gornik luchaba por mover el balón en busca del gol del empate.
Quizá por eso la ropa de Lee había desaparecido. O quizá no. Se suponía que la victoria por 2-1, conseguida por Neil Young y luego de penalti por Lee, representaría el inicio de la andadura del club en el continente, pero nunca llegó a materializarse. Lee, con una buena carrera de lanzador rápido… tuvo un poco de suerte, la potencia se lo llevó por entre las piernas”, dijo Davies.
Nathan Ake es conocido en el Man City por sus habilidades tanto fuera como dentro del terreno de juego, ya que sabe tocar el piano a un alto nivel.
El piano de Ake recuerda el último triunfo del City en Europa, cuando ganó la Copa con Joe Mercer (en la foto) en 1970 en la ciudad musical de Viena.
Francis Lee (derecha) marcó de penalti el gol decisivo de la victoria por 2-1.
La mayoría de los 4.000 seguidores del City que se desplazaron -un récord para un club inglés en aquella época- acabaron en el campo, y sus héroes recibieron accidentalmente las medallas de perdedores al principio.
El resto de la década de 1970 fue testigo de un declive gradual, con la marcha del entrenador Joe Mercer en medio de una disputa con su ayudante, el gregario Malcolm Allison. Allison, un entrenador genial de su generación, sólo duró dos años como sucesor de Mercer. Hubo fugaces escarceos con la conquista de otro título de liga, pero una década más tarde, el City empezó a rebotar entre las dos primeras divisiones.
La idea de conquistar Europa hacía tiempo que había desaparecido. Allison, cuando se proclamó campeón de la Primera División en 1968, declaró que “destrozaría” a sus rivales en el extranjero, pero eso nunca llegó a materializarse en una serie de contratiempos que, según algunos, también se han manifestado en ocasiones con Pep Guardiola.
Sin embargo, la Copa de Campeones de Copa fue para saborearla. La tercera competición de la UEFA en aquella época, pero un trofeo de plata al fin y al cabo. El legado de Lee, Colin Bell y Mike Summerbee en Maine Road, al ganar los tres trofeos nacionales, así como su triunfo en Europa, es la razón por la que el trío tendrá una estatua descubierta fuera del Etihad Stadium a finales de este año.
La equipación de esta temporada, un homenaje a Bell tras su fallecimiento en 2021, se estrenará por última vez en Estambul el sábado, con la familia del Rey de los Kippax observando con orgullo.
Lamentablemente, Summerbee se perdió la final de Viena por lesión, aunque el City dio al extremo todas las oportunidades posibles para demostrar su buen estado físico. George Heslop, un defensa, se incorporó para hacer un trabajo sobre el mercurial Wlodzimierz Lubanski.
Bell había instigado la remontada ante el Schalke en semifinales, combinando en dos ocasiones con Alan Oakes para habilitar a Young durante un partido de vuelta que comenzó con el City subiendo traviesamente la calefacción del vestuario del Schalke, según relata el autor Simon Curtis en City in Europe.
Tras perder 1-0 en Alemania, con un perro invadiendo el campo, el City les endosó un 5-1 en una estridente Maine Road. El difunto Mike Doyle, abuelo paterno de Tommy, actual centrocampista del City, marcó el primer gol. El abuelo materno de Doyle, Glyn Pardoe, también fue titular.
Y entonces fue una noche en Viena. El City se convirtió en el primer equipo inglés en ganar un trofeo nacional y otro europeo en la misma temporada, alzando la Copa de la Liga en Wembley, otro indicio de por qué su versión de la Santísima Trinidad será inmortalizada en los próximos meses. Es de suponer que Lee lleva ropa puesta.
Mike Summerbee (en la foto), Lee y Colin Bell recibirán estatuas en el exterior del Etihad Stadium a finales de año.
El equipo de Pep Guardiola podría inspirarse en los héroes de los 70 para completar el sábado un triplete histórico al ganar por primera vez la Liga de Campeones.