Un grupo de unas 50 personas esperaba en la acera de la calle del Padre Damián el lunes por la mañana, buscando la sombra que ofrecían los árboles.
A las 9.30 de la mañana, la puerta 55 del Estadio Santiago Bernabéu se abrió y el grupo, que había pagado para asistir a la primera visita del día, se apresuró a entrar en el recinto sagrado.
La escalera que bajaba desde la explanada de los espectadores estaba flanqueada por fotos sepia de los años cincuenta e imágenes más nítidas de los tiempos modernos. La primera mostraba a un equipo de 10 hombres vestidos de blanco brillante y un portero con camiseta oscura. El rostro de Alfredo Di Stéfano destacaba desde la primera fila.
Era el Real Madrid equipo que había remontado un 2-0 y un 3-2 en contra para vencer al Reims por 4-3 en la final inaugural de la Copa de Europa. La inscripción sobre ellos decía: ‘1A Copa De Europa. París 13-06-1956″.
Al pie de la escalera se abría una gran sala. Aquí estaba la pieza de resistencia de la visita al Bernabéu. Al fondo de la sala, en una larga fila, en una enorme vitrina, estaban los 14 trofeos de la Copa de Europa y la Liga de Campeones que ha ganado el Madrid.
Pep Guardiola quiere hacer historia llevando al Manchester City a la primera Copa de Europa de su historia.
El Manchester City debe superar al actual campeón de Europa y al mejor equipo de la historia de la competición
Guardiola pasa por delante del famoso trofeo tras la última aparición del Man City en la final de 2021
Parecían una fila de emperadores, el orgullo de una gran estirpe. La cinta adhesiva, impulsada desde abajo por chorros de aire, bailaba a su alrededor, esos magníficos trofeos con sus famosas orejas grandes. Era como estar en el Louvre y ver 14 Mona Lisas colgadas en fila.
Esto es a lo que se enfrentan Pep Guardiola y el Manchester City esta noche en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones. No sólo la velocidad y la habilidad de Vinicius Júnior, no sólo la eterna astucia de Karim Benzema, no sólo la clase perdurable de Luka Modric y Toni Kroos.
El City es probablemente el mejor equipo del mundo esta temporada, pero Guardiola sabe tan bien como cualquiera que cuando salgan al Bernabéu se enfrentarán al pasado y al presente del Real Madrid. Se enfrentarán a un club y a su historia. Son los reyes de la competición”, dijo Rodri, centrocampista del City, en el estadio.
Más cargado aún para Guardiola. Se esforzó en señalar que el City, que sigue persiguiendo el triplete de Liga de Campeones, Premier League y FA Cup, no ha vuelto para vengarse tras la angustia de su derrota tardía aquí en las semifinales de la temporada pasada, pero esta es la casa del enemigo para él.
Catalán orgulloso, ex entrenador del Barcelona, también tiene historia con el Madrid.
El lunes por la tarde, sentado en el estrado para su rueda de prensa, a pocos metros de donde se encuentran esos 14 trofeos en fila, recordó algunos de sus momentos más emblemáticos aquí.
Un periodista catalán sugirió que el más memorable debe ser su victoria en la ida de semifinales de la Liga de Campeones con el Barcelona aquí en 2011 sobre un equipo de Madrid entrenado por José Mourinho. Guardiola no se permitió sonreír al recordar aquella noche.
Lionel Messi marcó los dos goles del Barcelona aquella noche. Guardiola ya no tiene a Messi, pero sí a Erling Haaland y sus 51 goles hasta la fecha. Más allá de eso, no quiso hablar de sus luchas con un equipo que es sinónimo de aristocracia española.
La amenaza de Erling Haaland da al Man City su mejor oportunidad de llegar a otra final europea
El técnico del Manchester City no consigue la Champions desde que el Barcelona la ganó en 2011
El City se enfrentará a una institución a la que recientemente se refirió el presidente del Barcelona, Joan Laporta, como “el club del régimen”.
Si eso fue un intento de desprestigiar al Real Madrid por su asociación con el dictador español, el General Franco, fue un argumento más amplio de que el Madrid es el equipo de la clase dirigente.
El City se enfrentará a todas esas fuerzas, así como a un equipo que ha llegado a definirse por su éxito en la Liga de Campeones. Hay una ola de calor en Castilla en este momento, pero a veces parece como si el Real Madrid existiera bajo un sol eterno.
Sólo en los últimos nueve años ha ganado la competición cinco veces. Carlo Ancelotti, su entrenador, la ha ganado cuatro veces. Más que ningún otro entrenador. El Madrid es una máquina de ganar la Liga de Campeones.
Puede que ocupe el tercer puesto de la liga española, por detrás del Barcelona, líder destacado, y del Atlético de Madrid, su rival urbano, pero es en esta competición, más que en ninguna otra, donde cobra vida.
Cualquier otro equipo temería al City en su forma actual, pero el Madrid no lo hará. Esperan ganar a doble partido. Esperan imponerse al igual que lo hicieron contra Guardiola y su equipo en esta fase de la competición la temporada pasada, cuando lograron una milagrosa remontada en el tiempo añadido para alcanzar la final.
El City no contaba con Haaland la temporada pasada, por supuesto, pero aún tiene que superar lo único que el Madrid posee y el City no. El Madrid tiene la certeza de que puede hacerlo. Saben lo que hace falta para ganar esta competición. Ya no les da miedo.
Al City le ocurre lo contrario. La Liga de Campeones se ha convertido en una obsesión para ellos y para Guardiola, que la ganó dos veces con el Barcelona pero no levanta el trofeo desde el año de aquella victoria en semifinales contra el Madrid de Mourinho, todo un vacío para un entrenador ampliamente reconocido como el mejor del mundo.
El equipo de Carlo Ancelotti, 14 veces campeón, no sufre las mismas tensiones que el City
El Manchester City intentará vengar la dramática derrota de la temporada pasada ante el Real Madrid
El Madrid ha ganado esta competición 14 veces. El City nunca la ha ganado. Su conquista es lo único que falta para completar el proyecto de Abu Dhabi iniciado hace 15 años, pero cuantas más veces vacila el City cerca de la línea de meta, más cargada de tensión se vuelve su persecución.
El Madrid está libre de esas tensiones.
Anoche, de regreso al hotel del equipo, el autobús del City pasó por la Plaza de Cibeles, la plaza donde los madridistas celebran con su afición sus grandes victorias. Se preparan para otra gran noche el 11 de junio, al día siguiente de la final de la Liga de Campeones en Estambul.
Ha llegado la hora de que el City olvide la historia y aguar la fiesta.