El juez que investiga los supuestos pagos realizados por Barcelona al vicepresidente del comité de árbitros español ha decretado que el actual presidente Joan Laporta y otros dos ex presidentes podrían ser juzgados por soborno.
Cualquier proceso judicial pondría en serio peligro la participación del Barcelona en la Liga de Campeones de la próxima temporada y también podría afectar a los diversos préstamos que tienen para la reconstrucción de su estadio Camp Nou por valor de 1.500 millones de euros (1,14 millones de libras).
En un principio, el club estaba siendo investigado por el delito de corrupción, aunque ahora se ha agravado por un tecnicismo.
José María Enríquez Negreira era vicepresidente del comité de árbitros de la Federación Española de Fútbol, por lo que se considera que era funcionario público durante el tiempo en que se le efectuaron los pagos.
En consecuencia, Laporta y otros dos ex presidentes podrían ser acusados de cohecho por la supuesta compra de favores a funcionarios públicos.
Al parecer, el Barcelona ha sido acusado de soborno en relación con los supuestos pagos de millones de euros del club al vicepresidente del comité de árbitros español.
El Barcelona niega cualquier irregularidad o conflicto de intereses y afirma que pagó informes técnicos sobre los árbitros, pero que nunca intentó influir en sus decisiones (en la foto, el presidente Joan Laporta).
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El Barcelona pagó a Negreira la suma de 7,3 millones de euros (6,3 millones de libras) entre 2001 y 2018 por lo que el club afirma que fueron informes sobre árbitros. Negreira era entonces vicepresidente del comité de árbitros y tenía influencia sobre qué árbitros eran promovidos para arbitrar partidos de alto nivel y cuáles eran degradados.
Según documentos reproducidos por medios españoles la investigación del juez Joaquín Aguirre ha concluido que era “lógico” entender que el Barcelona trataba de comprar influencias.
De acuerdo con la legislación española sobre sobornos, si el caso llega a juicio no será necesario demostrar que efectivamente hubo tráfico de influencias. La investigación policial no ha encontrado hasta ahora ningún registro de pagos de Negreira a árbitros. Sólo sería necesario probar que hubo intención por parte del Barcelona de comprar esa influencia.
Otros dos presidentes del Barcelona, Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell, y Negreira y su hijo, Javier Enríquez Romero, tendrían que subir al estrado en un juicio con jurado junto con Laporta si el caso llega a juicio.
Las penas por soborno oscilan entre tres y seis años, frente a los entre seis meses y cuatro años por el cargo original de corrupción.
La UEFA podría suspender la licencia del Barcelona para jugar en la Liga de Campeones la próxima temporada.
El organismo rector del fútbol europeo decidió permitir al Barça participar en la competición de esta temporada a pesar de que había una investigación por corrupción en curso.
Los ex presidentes del Barcelona Josep Maria Bartomeu (izquierda) y Sandro Rosell (derecha) también habrían sido imputados
Ser expulsado de Europa la próxima temporada tendría enormes consecuencias para las finanzas del Barcelona y, según el sitio web español El Confidencial, algunos de los patrocinadores financieros del club tienen cláusulas en sus acuerdos de financiación con el club que les permiten retirar la financiación de la reconstrucción del Camp Nou si el Barcelona es procesado.
El Barcelona niega todas las acusaciones de irregularidades y el club informó el jueves de que no están demasiado preocupados por los últimos acontecimientos, viendo el cambio de táctica de la corrupción a las acusaciones de soborno como una consecuencia de que no se han encontrado pruebas de que pagaron a los árbitros.
Xavi, el entrenador del Barça, al ser preguntado el jueves por los acontecimientos, declaró: “La semana que viene habrá otra historia. Y dentro de 15 días habrá otra. Y un mes después otra. Ya sabes lo que pienso, mira los archivos. Nunca he tenido la sensación de que los árbitros nos hayan beneficiado’.