El estadio Louis II de Montecarlo, donde el Manchester City intentará alcanzar los cuartos de final de la Liga de Campeones el miércoles por la noche, es una de las curiosidades imperecederas del fútbol.
Normalmente, a estas alturas de la competición europea de élite, se espera jugar ante más de 60.000 hinchas en las tribunas más altas.
En cambio, el City jugará contra el Mónaco ante sólo 18.000 espectadores -el doble de la media- en un recinto que compensa su escasa capacidad con estilo arquitectónico.
Vista aérea del estadio Louis II de Montecarlo, donde el Manchester City se enfrentará al Mónaco en la Liga de Campeones.
Los nueve arcos de uno de los extremos del Stade Louis II ofrecen vistas al mar Mediterráneo y a las escarpadas paredes rocosas que se encuentran detrás.
Un raro arco iris doble aparece sobre el estadio antes de la final de la Supercopa entre el Chelsea y el Atlético de Madrid en 2012
Es realmente increíble que el Estadio Luis II exista, dado que todo el Principado está encajonado en un pequeño trozo de tierra entre el Mediterráneo y los escarpados acantilados.
En los años treinta, el arquitecto Henri Pottier se enfrentó al reto de destinar al deporte y al ocio tres hectáreas del céntrico barrio de Fontvieille, ganado al mar.
Su solución fue ingeniosa: el estadio no es más que la punta de un iceberg arquitectónico que incluye pabellones deportivos subterráneos, oficinas, aparcamientos de cuatro plantas y una piscina olímpica.
Y dado que el estadio se encuentra a un saque de puerta del pintoresco Port de Cap d’Ail, con sus aguas turquesas y sus hileras de relucientes yates, la vista se aprovechó al máximo construyendo los nueve arcos en un extremo.
Los aficionados del Manchester City que acudan a Mónaco el miércoles por la noche podrán disfrutar de una vista panorámica del mar desde la parte trasera de la tribuna o ver la acción en los campos de fútbol sala adyacentes.
El estadio Louis II acoge a algo más de 18.000 espectadores, lo que representa aproximadamente la mitad de la población del Principado.
El estadio alberga principalmente eventos de fútbol y atletismo, y los partidos del Mónaco en la Ligue 1 atraen a una media de 9.000 espectadores.
El estadio Louis II registrará un lleno inusitado de más de 18.000 espectadores en la visita del Manchester City el miércoles en la Liga de Campeones.
Con tan poco espacio disponible en Mónaco, naturalmente el estadio, que lleva el nombre del precio soberano en el momento de su construcción, tenía que ser polivalente.
Eso explica la pista de atletismo, que ha permitido al Louis II acoger la reunión de Hércules en la Diamond League de la IAAF, aunque no haya espacio suficiente para celebrar con seguridad pruebas de campo como el martillo.
La capacidad del estadio es de 18.523 espectadores, es decir, aproximadamente la mitad de la población del Principado, y acoge ampliamente a los 9.096 espectadores de media que acuden a ver al equipo en la Ligue 1 (la media más baja de la división).
El aparcamiento de cuatro niveles situado bajo el césped, con capacidad para 1.320 vehículos, ha sido durante mucho tiempo motivo de queja tanto para el Mónaco como para los entrenadores visitantes.
El Tottenham Hotspur se entrena en vísperas de su partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones contra el Mónaco a principios de esta temporada.
El estadio original se construyó en 1939 y se reconstruyó en su forma actual a mediados de la década de 1980.
Vista exterior de los nueve arcos que forman una impresionante vista arquitectónica del fondo del estadio Louis II.
Alex Ferguson se quejó de que su Manchester United no fuera capaz de desplegar un fútbol atractivo cuando lo visitó en los cuartos de final de la Liga de Campeones en 1998, empatando a cero antes de caer eliminado a domicilio en Old Trafford.
Arsene Wenger, acostumbrado a estos problemas tras haber dirigido al Mónaco, también expresó su preocupación cuando el Arsenal visitó el estadio en los octavos de final de la competición en 2015. La intensa lluvia había agravado el problema y el Arsenal también perdió fuera de casa.
La situación no se ve favorecida por el enorme voladizo de hormigón de la tribuna principal, que hace que un lado del campo no reciba suficiente luz solar y tenga que ser iluminado artificialmente.
Pero algunos disfrutan del lugar. Entre 1998 y 2012, la UEFA organizó allí el partido anual de la Supercopa entre los ganadores de la Liga de Campeones y la Copa de la UEFA de la temporada anterior.
Sin embargo, esto puede deberse a que el Estadio Luis II no es más que una atracción en un lugar de ostentación y glamour, de Grandes Premios y grandes apostadores de casinos y de ricos y guapos.